Hasta el 25 de septiembre de 2015, con la interrupción del mes de agosto, que permanecerá cerrada, se puede visitar en la Fundación Francisco Ayala, de Granada, la exposición de Carmen Vila, titulada “Ritmo suspendido”.
El universo técnico del arte nazarí se alimenta de la cerámica como elemento fundamental de sus suelos y zócalos, que hacen el debido contraste especular con las yeserías de las partes altas y las armaduras de madera que cubren estos espacios. En el aspecto formal, la lacería es un componente fundamental que ordena y dota de color, que juega con la luz y el reflejo y crea unos misteriosos tapices geométricos.
“Ritmo suspendido” es la conjunción de estas premisas materiales y formales, realizada por la artista Carmen Vila, que se atreve a irrumpir en el espacio de la qubba nazarí de Alcázar Genil, para lo que teje una red geométrica que intersecta la altura de la torre y forja la aparición semitransparente, entre suelo y techumbre, de una malla tendida en el aire que articula el espacio, fortaleciendo el espíritu místico de la estancia.
José Vallejo. Escritor y gestor cultural